Desde la década de los 90, cuando formaba parte de la banda de britpop Kill Laura, la cantautora de Chesire ha manifestado una heterodoxia en el sentido de la comparación con la escena musical. Cada uno de sus fantásticos y aclamados trabajos supone un giro a la izquierda respecto al anterior. Del folk al rock, la psicodelia, la experimentación electrónica, el krautrock... Una rebelión causa que inspira respeto e inspiración a partes iguales.